ilustración y poesía.
En el 2012 mi trabajo personal de ilustración se expuso en Camden Londres. Mis poemas e ilustraciones se han publicado por las revistas Origama de Conaculta, Harper’s Bazaar, Elle, Gratzia, TCLY, Cool Hunter, entre otras.
Aquí comparto una parte de ese trabajo. El proyecto completo se encuentra en la cuenta de Instagram @cometa_
vamos a odiarnos.
Vamos a odiarnos,
aborrecernos,
detestarnos.
Sabor amargo.
Arrancarnos del pecho,
extrañarnos,
perder todo,
derrotarnos.
Todo, porque alguna vez
nos amamos.
Mis manos.
Mis manos también tienen memoria,
te aprenden y te olvidan.
Y de otras vidas pasadas
reconocen tu forma
y te aprenden de nuevo.
Es más, si me creyeras,
te diría que cuando sujetan la tuya
se transforman en una sola,
en un solo cuerpo,
en un solo viaje.
tormenta.
Contigo soy calma,
sin ti, tormenta.
Y alejados por su naturaleza,
regresamos al lugar
en donde no quiero estar:
Yo sin ti,
tú sin mi.
Contigo soy calma,
sin ti, tormenta.
Y el tiempo duele,
el amor duele,
tu boca duele.
Y en algún punto en dónde los dos perdimos
la perspectiva, nos perdimos en la tormenta.
Ese bote de remos rotos
donde hubo un viaje,
son mis sentimientos.
Cometa.
Brillamos
tanto
que
fuimos
la
estrella
fugaz
en
el
cielo
y
nadie
nos
vio
pasar.
tiempo.
El tiempo
cometió
la estupidez
de seguir
transcurriendo.
Me habitas.
Habitas
mi incertidumbre,
mi noche
y mi insomnio.
Me habitas.
para siempre.
Para siempre, es la condena, el decreto,
la ausencia de libertad, el exceso de fe.
Es lo que pretende ser permanente,
el espejismo de lo eterno. La falsa promesa.
Para siempre, debería de estar prohibido,
censurado, castigado. Limitado.
Así que, nunca me digas para siempre, dime:
para ti, para hoy, para lo que el tiempo me permita.
Dime la verdad, dime todo lo que se te ocurra,
dime un poema, pero nunca me digas:
para siempre.
Quizá.
Quizá éste no sea yo.
Quizá esta mente y cuerpo no sean míos.
Quizá la angustia y cansancio
que tengo no me pertenecen.
Quizá los sentimientos y el amor
que tengo sean de otro.
Quizá este viviendo la vida de alguien más.
Digo quizá porque no estoy seguro.
Sonámbulos.
Nos quedarán los sueños,
sus mundos cambiantes
y sus mares infinitos
que te llevarán conmigo.
Nos quedarán los sueños
y los caminarás conmigo,
como dos sonámbulos
agarrados de la mano.
Espejo.
De pie frente a la pared está el espejo que muestra mi reflejo.
Los años se fueron.
De un lado está el pasado y del otro el presente.
Me miro a los ojos y no son mis ojos,
mi boca y voz han cambiado,
y las arrugas cansadas de mi piel
confirman una vida que no sé si he vivido.
Definitivamente no soy yo.
Pero quizá este espejo no es un espejo,
quizá del otro lado hay una vida paralela a esta,
hay alguien pretendiendo ser yo,
hay otro yo que ve unos ojos que no son suyos
y uno de los dos aquí es un extraño
que ocupa el cuerpo de otro.
Hablándonos, pronunciamos al mismo tiempo,
con tonos de voz diferente:
Dejé de ser tú y dejé de ser yo.
Uno de los dos aquí miente y no soy yo.